Buenass

Alguna vez me dijeron que escribo bien. Y hoy, leyendo el diario local, leí a un escritor mencionar que debemos escribir sobre cosas que nos apasionan. Entonces..manos a la obra! A escribir de pasiones!! El vuelo... Una vez me comentó mi papá que cuando era más joven hizo un curso de paracaidismo. Cuando le pregunté emocionado...y qué pasó???, me contó que después de haber realizado un primer salto, tuvo problemas el avión del que saltaban, el curso fue postergado y en ese momento el abandonó el curso por ese motivo. Esta anécdota nos sirve para pensar que tal vez viene de familia esta pasión por el vuelo, ya que él nunca fue muy dedicado al deporte, ni mucho menos. Siempre se inclinó por el lado de los negocios, el trabajo, proyectos laborales, obligaciones, y demás cosas que..pueden llegar a ser poco satisfactorias, o mejor dicho, estresantes a veces. Continuemos entonces. Cuando tenía mas o menos..15 años, mi hermano, comenzó un curso de aladeltismo. La verdad en esos tiempos, no me llamaba para nada la atención. Me hubiese atraido más, por esa época, algún deporte acuático, aunque tampoco le di lugar a ese tipo de actividades. Llegamos así, a un momento de mi vida, en la que necesitaba el famoso cable a tierra. Aunque en realidad necesitaba hacer volar un poco mi cabeza de los asuntos terrenales, abstraerme de las cosas de todos los días. Y cuando agarraba la computadora, miraba videos en youtube de paracaidismo, de wingsuit, y a la vez averiguaba precios, modalidades, y lugares donde se dictan estos cursos, mientras mis actividades y tiempo libre me lo permitían. A fines del 2010 tuve la oportunidad de ir a Santiago del Estero, al club de paracaidismo, un fin de semana, y estar en clases teóricas, poder ver los equipos, hablar con paracaidistas, evacuar dudas, y subir a un avión a 2100 metros de altura desde donde saltarían dos paracaidistas. Eso me hizo pensar...llegado el momento,...saltaría? del dicho al hecho hay un trecho. Así dicen.